En el campo de la educación existen procesos e influencias externas que juegan un papel paralelo al sistema educativo, pero que son tan importantes como el desarrollo de la currícula misma. De este modo el contexto sociocultural, la lengua, así como el entorno interno y externo de la institución educativa, ejercen una influencia en los estudiantes, de tal manera que juegan un rol primordial en los procesos de aprendizaje. De la misma manera e incluso más importante aún en estos procesos son las características propias de la persona misma, fundamental por ejemplo es el estado nutricional del estudiante, su maduración, los estados emocionales y cualquier tipo de proceso biológico.
Las instituciones educativas para un correcto funcionamiento de su currícula deben de considerar que estos agentes externos son parte importante del proceso de aprendizaje y requieren identificar con claridad cada una de las características del estudiante, para ello es necesario ofrecer una educación personalizada con la finalidad de poder atender a las demandas de los estudiantes, respetando sus diferencias.
La etapa básica para comenzar el proceso de educación personalizada es durante el primer ciclo de aprendizaje, es decir en la etapa infantil, ya que esta etapa está marcada por el inicio del proceso de individuación, a partir de la cual el niño se reconoce a sí mismo como ser único y particular. Son las primeras experiencias de vida, durante las cuales se conoce al mundo tal cual es, los gustos y disgustos, las rutinas y se desarrollan las primeras aptitudes, que se desenvolverán en el futuro. De esta manera son los niños los que demandan una atención individualizada, debido a su dependencia de los adultos, brindarles una educación personalizada los orientará a una progresiva autonomía en las rutinas, actividades diarias y la vida misma, favoreciendo la expresión de sus necesidades, deseos y emociones.
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