Educación: fines y objetivos

Las metas de un plan educativo exitoso deben presentar objetivos adecuados y pertinentes que puedan realizarse de manera clara en beneficio del estudiante. Un centro educativo debe de buscar formar ciudadanos competentes en el marco local y a nivel mundial, con actitudes proactivas, para ello su educación debe de basarse en los principios de la interculturalidad, ética, equidad y calidad, respondiendo a las demandas planteadas por la modernidad de nuestra era globalizada, a la diversidad de la sociedad y a los avances científicos y tecnológicos. Un plan educativo tiene la obligación de obedecer a los propósitos establecidos por un diseño curricular general con la finalidad de alcanzar sus metas, profundizando y consolidando los aprendizajes de aquellos que más se esfuercen demostrando ansias de superación en beneficio de su crecimiento personal. 

Un centro educativo debe estar comprometido con el éxito del estudiante, orientándolo en la resolución de los problemas más complejos que pueda plantearle la sociedad, para de esta manera proyectar ética y valores humanistas en su vida futura. No sólo hay que brindarle al alumno conocimientos, también se requiere formarlo en un juicio crítico y analítico, y asistirlo en el desarrollo de su individualidad sin perder de vista la realidad social, formando una conciencia que promueva los ideales ciudadanos. Es básico ejercitar al alumno en el desarrollo analítico para prepararlo en la resolución de problemas de manera no mecánica, sino comprensiva, siendo capaz de evaluar varias soluciones y sustentar la que considere más adecuada, según las condiciones de la realidad en que se aplica.

La educación debe buscar que lo que aprenda el estudiante lo aplique con su realidad y sea capaz de expandir sus intereses y fines en la vida, ampliando las posibilidades de desarrollarse profesionalmente de manera competente y de esta manera potenciar sus aptitudes, capacidades y conocimientos.